viernes, 20 de agosto de 2010

Dia de la Madre 2010

La reunión general del dia domingo 16 de mayo se vio vestida de gala para celebrar dignamente a nuestras madres. En esta oportunidad el programa estuvo a cargo del Coro Instrumental d enuestra iglesia el cual se vio lleno de emotividad en cada uno d elos himnos entonados primermente a Dios por darnos la oportunidad de tener  nuestras madres presentes y como no, tambien dirigidas a ellas en son de agradecimiento por sus labores incindicionales. Hubo tambien espacio para los poemas los cuales la mayoria fueron exhortados por los niños asistentes a la escuela dominical y a la vez tambien por hermanos adultos. Vale decir que este programa fue distinto a los años anteriores debido a las circunstancias monetrias que vivimos como iglesia ya que todos los recursos son destinados a la reconstrucción del templo matriz. Dios bendiga a nuestras madres y les llene de vigor, vida y les ayude día a día a cumplir con sus abnegadas labores de madre.

2 comentarios:

Isaac dijo...

¿No es acaso la Iglesia la COLUMNA y BALUARTE de la VERDAD? (1º de Timoteo 3:15) ¿Porqué tantas enseñanzas variadas y extrañas en las iglesias? ¿Acaso hay muchas verdades a cerca de una misma cosa respecto de lo mismo?

Pero, ¿Eso no será negar que Dios sea UNO?

Si San Pablo dice que una es la FE (efesios 4:5) ¿Por qué tenemos variedad de verdades a cerca de lo mismo?

Cuando comencé a plantearme esto, me acorde de un pasaje del Evangelio, cuando Jesús dice a sus discípulos: “El que a vosotros oye A MÍ ME OYE; y el que a vosotros desecha, A MÍ ME DESECHA; Y el que me desecha a mí, desecha al que me envió”(Lucas 10:16)…

¿Qué quiere decirnos esto?

Jesús, quien dijo: “YO SOY VERDAD”, otorga a la Iglesia la potestad de decirla.

Ahora, ¿Qué es la Iglesia? Se podría decir que es una asamblea, pero... ¿será sólo una asamblea de hombres que quieren amar a Dios y hacer las cosas bien, pero que a pesar de sus buenas intenciones, siguen siendo sólo hombres (y es propio de los hombres equivocarse y errar)?
Si seguimos esta errada noción, concluiríamos que es propio de la Iglesia equivocarse y errar.

Después de meditar, llegué a la conclusión de que la Iglesia (con mayúscula) no puede ser así, que no puedo tener esa concepción de Iglesia.
Es cosa de leer las Sagradas Escrituras, para ver que la Iglesia es Cristo mismo en la tierra, ya que es su Cuerpo y el es la Cabeza (Col 1:28).

Por esto es que lo que Ella dice, es lo que El dice, lo que Ella enseña es lo que El enseña.

Como dice tan expresamente San Pablo: “somos miembros de su Cuerpo, de su CARNE y de sus HUESOS”(Efesios 5:30)

“Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha” (Efesios 5:25)

Esto esta clarísimo: la Iglesia es Santa y Pura, Gloriosa, sin ancha, o sea Inmaculada, sin arruga ni cosa semejante.
¡Es maravilloso!

Recuerdo la vez que falté al respeto de mi mamá, y mi padre me castigó. Yo pensé que la falta era solamente una, pero el papá me enseñó que fueron dos: una a mi madre y otra a su esposa. No tenia idea de cuanto me serviría esto que aprendí.
Me costó entender que acá me estaba ocurriendo lo mismo: Cometí una falta a mi Madre la Iglesia (Gálatas 4:26) y otra a la Esposa de nuestro Señor (Apocalipsis 19:7).

Me costo entender la realidad de esto: el Señor, antes de ser traicionado y arrestado (Juan 17), ora pidiendo a su Padre, el cuidado de aquellos que ha recibido de El, para que sean UNO, así como El es UNO con su Padre. Que la Gloria que el Padre da a su Hijo, El nos la ha dado para que seamos uno. Que realmente Jesús pide a Dios que su Iglesia sea PERFECTA EN UNIDAD, y así el mundo crea que Jesús ha sido enviado por su Padre.

Isaac dijo...

Queridísimos:


Cada vez que me detengo a meditar en las cosas que Dios ha hecho en mí, quedo asombrado.
Lamento mucho que no se ha dado el tiempo ni la oportunidad para contarlas.

Actualmente, soy católico, y a pesar de muchas contrariedades, soy feliz de serlo. Juntamente con ser católico, estoy en un Seminario Diocesano, discerniendo la vocación sacerdotal.

Me apena decir que estuve siempre dispuesto a perseguir la Iglesia Católica, igual a como algunos lo siguen haciendo. Sin embargo, en el camino, el Señor, me dice que es a El a quien persigo.

Me aferré tan firmemente en livianas interpretaciones personales, en cosas insubstanciales, en cosas que no existen, que cuando el Señor me enseñó la verdadera Verdad, quedé tirado en el suelo y defraudado de mí, pues todo lo que yo construí, Dios lo hizo nada.

Fue como si El me hubiera dicho que no hablara tanto, y que ahora lo escuchara. Y comencé todo desde el inicio.

En este breve tiempo, he comprendido que la conversión es un proceso que tarda toda la vida.

No sé si recuerdan, yo era niño en ese entonces. Ocurrió que la iglesia se dividió a nivel nacional.

Yo siempre vi en la Iglesia, una fortaleza, un alcázar, que Dios ha puesto para cuidarme, la puerta del Cielo. Con este hecho, mi "fuerte" se agrietó.

En la iglesia (con minúscula) continúe participando, pero comencé a cuestionarme algunas cosas.

Entre las preguntas que me planteaba, está: si Dios es la Verdad, ¿Dónde está Dios en todo esto?

Las iglesias (con minúscula), y en particular los hermanos, predican en Nombre de Dios o que no son ellos quienes enseñan, sino el Señor mismo o el Espíritu Santo.

Ocurre que Dios es UNO, y Dios es la VERDAD, por lo tanto, la VERDAD es UNA.

¿Por qué entonces, lo que se predica acá, es distinto de lo que se predica allá, y lo que se predica allá, distinto de lo que se enseña por allá? ¿Diremos acaso que Dios es un Dios ambiguo y confuso? ¿Qué dice cosas de las que después se contradice?

¡En ninguna manera!